Y decidí irme a Australia. Este blog va a pretender ser un pequeño diario, un lugar dónde ir reflejando sensaciones, sentimientos, vivencias durante el viaje que voy a emprender.

No puedo explicar exactamente por qué o cuándo nació la idea. Desde que era pequeñito siempre me llamó la atención esos países que se encontraban en la otra esquina (literalmente) del mundo. Australia y Nueva Zelanda entraron a formar parte de esos lugares mitológicos que uno incluye en sus sueños. Pero nunca salían de allí.

Como buen viajero que me considero (o por lo menos alguien al que le gusta viajar) no he parado de moverme en todas mis épocas vacacionales. Pero nunca a más de cuatro horas de avión. Hasta ahora, debido a mi altura, no me atrevía a tener que estar más de ese tiempo en un avión. Hasta hora.

Fue un fin de semana en Cardiff este mes de Junio cuando estuve pensando qué quería hacer este verano. Y de repente, como por arte de magia, apareció en mi mente uno de esos sueños apartados: Australia. Y no sé por qué, esa pequeña idea, en vez de ser desechada, comenzó a crecer en mi interior, comenzó a germinar.

Cada día que pasaba pensaba cada vez más en «y si». Y cada vez más me hacía la pregunta, aquella pregunta que cuando te haces sabes que estás perdido: ¿por qué no?. Y una tarde de domingo me encontré en la página web de la compañía aérea y vi que no había marcha atrás: compré el billete de ida y vuelta y comencé a soñar con unas vacaciones, un verano y, por qué no, una vida en Australia.

Esta aventura comienza el 26 de agosto, y hasta entonces os iré contando la ruta, los desplazamientos internos, los alojamientos y todo aquello que haré para preparar la aventura. Y cuando llegue el día, por supuesto, sabréis como va yendo el viaje. Seguiremos informando.