Penang. Georgetown. Georgetown. Penang. Los dos nombre se confunden cuando se habla de ello. Incluso los malayos usan el nombre indistintamente. Oficialmente, Penang es la pequeña isla enfrente de las costas malayas. Georgetown es tan solo la ciudad más grande de las que hay en esa isla.
Georgetown es patrimonio de la humanidad y es uno de esos lugares del mundo en los que no puedes dejar de mirar cada una de las esquinas de cada una de las calles porque si lo haces te puedes perder alguna de las maravillas que esconde. Como modo de promocionar la ciudad tras ser nombrada Patrimonio de la Humanidad, contrataron a Ernest Zacharevic que pintó una serie de murales por la ciudad en los que sus pinturas interaccionan con el entorno. Tras su éxito, estos murales han sido acompañados por otros creados por otros muchos artistas.
Por si esto fuera poco, se crearon una serie de esculturas de hierro en cada una de las calles para, a modo de cómic, explicar el origen del nombre de cada una.
Y la ciudad es un caos maravilloso. No existen prácticamente aceras, por lo que los peatones se mezclan con el tráfico rodado sin que nunca ocurra nada. Todo el mundo está acostumbrado. Las mezquitas se mezclan con los templos chinos y los hindúes, sin que cree ningún tipo de problema de convivencia, y cuando crees haberlo visto todo te introduces en Little India y ves una explosión de color, tiendas y música que no te dejan irte nunca más de allí.
Y por si no te ha valido con eso, tienes la casa del clan de Khoo Kongsi, uno de los clanes chinos más extendidos de la zona. Se trata de un templo que llama la atención en cuanto lo ves, tiene una nave central, pero lo más espectacular son dos pequeñas capillitas anexas, donde cada miembro del clan tiene una placa donde está escrito cual es el trabajo que ha llegado a desempeñar y en que lugar del mundo. Tienes de todo, desde abogados a ingenieros, pero todos con puestos y lugares importantes en la sociedad. Y luego, en la parte trasera, un pequeño lago lleno de peces que es un remanso de tranquilidad en este caos que es Georgetown.
También es de destacar la Mansión Peranakan en el centro de Little India, perfectamente decorada, aunque, eso sí, un poco cara para los estándares de Malasia. Pero, sobre todo, Penang es un lugar para pasear y estar atento, para perderse para así encontrar todos sus tesoros. Un lugar donde creo que podría perderme durante mucho tiempo…