Creía que no llegaría nunca, pero mañana es finalmente el día. Mañana comienza esta aventura que nació en mi mente hace tan solo dos meses y a la que he dado forma en poco tiempo. Veo que la gente que va a Australia está meses y meses preparando el viaje. Yo sólo he estado dos meses y, realmente, no le he dedicado muchas horas. Pero es un sueño, y como sueño va a salir bien. Tendrá sus momentos buenos y sus momentos malos (los menos, seguro), pero será un sueño, mi sueño.
Hoy aún he terminado de cerrar algunas cosas, comprobar algunos alojamientos, mirar algunas rutas, imprimir papeles y papeles de reservas de vuelos y alojamientos, mapas para orientarme, y ahora es el momento de meterme en la cama e intentar dormir.
Será difícil, muy difícil, como siempre que emprendo un viaje, pero mañana es el día y eso no va a cambiar pase lo que pase, duerma o no duerma. Mañana es el día en que un sueño que nació de un pozo emocional se va a empezar a hacer realidad.
Gracias a todos los que me habéis impulsado a hacerlo, los que me habéis parado para decirme que voy a hacer el sueño de muchos. Vuestros ánimos y vuestra fuerza me ha ayudado a que el día de mañana se haga realidad.
Y gracias sobre todo a tres personas que han estado ahí, aguantándome en los últimos dos meses y medio, escuchándome y elevando mi moral. Sin vosotros, esto no hubiera sido posible.
Señores: ¡la fiesta debe comenzar! THERE I GO, AUSTRALIA!!!