Ya estoy en Australia. Por fin he llegado a Melbourne después de las peripecias del viaje. Estoy en el alojamiento, intentando no dormirme y así forzar a mi cuerpo a acostumbrarse a que aquí son ocho horas más.
La verdad es que las 14 horas de avión han sido placenteras, en un bicho espectacular como es el A380. Es una pasada de avión, me ha encantado, desee la distribución interna hasta los detalles de organización. Un pedazo de avión. Y las 14 horas se han pasado mejor de lo que creía, entre otras cosas porque Peter Jackson hizo que la primera parte de «El Hobbit» durara tres horas y «Anna Karenina» con la preciosa Keira dura un poco más de dos horas. Cosas de la tele de estos aviones… Jajaja
Luego, lo de la aduana no ha sido nada. Sí, todos hemos visto «Control de aduanas», y el vídeo que te pone el gobierno australiano en el avión no tranquiliza mucho, pero al final, casi nada. Sólo me ha tenido un oficial de inmigración haciendo preguntas cinco minutos del tipo de si conocía a alguien, si tenía trabajo en España, cuanto dinero llevaba y cuánto cubría la tarjeta de crédito y si tenía un plan de viaje.
Después de eso, las maletas ni las han escaneado ni siquiera había perros para olerlas. Vamos, un mito, ¡con lo que molaba el programa!
En fin, que aún no tengo fotos, pero ahora me voy a patear Melbourne y esta noche os contaré mis primeras impresiones sobre Australia. ¡La aventura ahora sí que ha comenzado!
Como soy bueno, os dejo unas fotos de un centro comercial en el que estuve anoche en Dubai 🙂
Sí, Zara está en todas partes jajaja
¿Tanto calor hacía que hasta los centros comerciales están vacíos? 😀
Hombre, eran las 10 de la noche, pero sí que había gente aunque intento evitarla en las fotos. Realmente en los espacios cerrados son los únicos sitios donde se puede estar, porque se gastan los duros en unos aires acondicionados muy potentes (eso sí, no sé cómo tendrán las gargantas con tanto cambio de temperatura)