No voy a insistir mucho en que Cairns me ha dejado un sentimiento agridulce, quizás es porque las expectativas estaban muy altas. No voy a decir que no me haya gustado, pero sobre todo me ha llamado la atención la vegetación tan distinta que hay con respecto a una ciudad de costa en España. Hoy he pasado la mañana en su Paseo Marítimo viendo una piscina chulísima que han hecho para sustituir a la playa.
¿Cómo sustituir? Pues sí, porque Cairns tiene una especie de playa, con sus mareas y todo, pero que no se puede usar. ¿Por qué? Os preguntaréis. Pues porque está llena de cocodrilos. Yo no he visto ninguno en toda la mañana, pero dicen que es relativamente sencillo ver alguno cerca de la costa. Resulta que los cocodrilos no son solo de agua dulce sino que también hay de agua salada. Y están aquí, en el trópico.
Esta es una foto con la marea baja. Ha bajado así en menos de dos horas, cuando empezaba la mañana el agua estaba a la altura del Paseo.
En fin, que Cairns no me ha parecido distinta a cualquier ciudad de playa española, aunque eso sí, tiene la Gran Barrera de Coral y el bosque tropical de Daintree, que no tenía tiempo pero que es algo que apunto que me falta porque he leído cosas muy chulas de él.
Así que a la hora de comer he cogido un vuelo a Brisbane, donde me encuentro ahora. Teóricamente he vuelto al invierno, pero he llegado con 20 grados y da una mínima de 10 grados. Invierno, invierno… un ratico de cierzo ya ver qué opinaban jajaja.
En esta ciudad anochece muy pronto, sobre las seis, así que cuando he salido del alojamiento ya era de noche. Que por cierto, estoy al lado del Suncorp Stadium donde cuando llegaba iba a empezar un partido de los Brisbane Broncos, de la liga de rugby. ¡Si lo llego a saber me hubiera cogido una entrada! A ver si en Sydney puedo ver algún partido, que es la patria del rugby australiano.
A lo que iba, que ya era de noche cuando he salido y, la verdad, me he encontrado una ciudad preciosa de noche. Bañada por el río del mismo nombre, cruzado por múltiples puentes da una sensación de ciudad súperatractiva para vivir en ella.
Luego, paseas por el interior de la ciudad y ves que tiene vida, que tiene un campus universitario muy animado pese la hora y que tiene una iluminación que la hace más atractiva de lo que ya es.
Esperemos que de día dé lo mismo o más. Mañana lo comprobaremos y, por supuesto, os lo contaré. Pero Brisbane me gusta. Mucho.
A propósito de los cocodrilos de agua salada: http://noticias.terra.com.ar/sociedad/afortunado-turista-logro-escapar-al-asedio-de-un-cocodrilo-gigante-en-australia,1fe056db926d0410VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html
así que ten cuidado, 😛
Muy chulas las fotos y el viaje! Disfruta la última etapa, no sabes la envidia que das.
Besos!
Menos mal que ya he dejado el trópico. Joder con los bichitos… xD
Besos!