Ha sido un buen día. Vamos a obviar que tengo un catarro de los de primera división y que voy chutado de paracetamol todo el día. Podría ser peor. Hoy he ido por la mañana al Lone Pine Koala Sanctuary, cerquita de aquí. Y hay koalas. Muchos. Y sí, al natural son todavía más adorables que cuando los ves en fotos o vídeos. Te quedas embobado mirándolos. Durmiendo la mayor parte del tiempo. Cuando no, cambian de rama y comen unas hojas de eucalipto. Una maravilla.
Como parte de la experiencia, tras pasar por caja, te dejan hacerte una foto sujetando un koala. Es una sensación increíble. No pesan casi nada y son muy dóciles. Tienes al cuidador que les da de comer eucalipto para que estén tranquilos, y en cuanto los notan un poco estresados se los llevan y los tranquilizan o traen otro.
Además, aparte de la foto que te venden, te dejan hacerte las fotos con tu propia cámara. A mí me las ha hecho un voluntario que había allí con la cámara y también con el móvil. La verdad es que está muy bien.
Luego, en el resto del parque tienen reptiles y, sobre todo, canguros. Los tienen libres y tú entras en su zona y te acercas a ellos todo lo que quieres, incluso les puedes dar de comer. Está muy bien.
Y entre ellos, por supuesto, he encontrado a una madre con el canguro recién nacido en la bolsa.
Luego, serpientes de todo tipo, dragones y aves rapaces. La verdad es que es un sitio que está muy bien para ver toda la fauna que no conocemos en la vieja Europa.
Y luego, Brisbane. Se puede decir que la mayor y más agradable sorpresa de este viaje. No esperaba nada de nada de la ciudad y ya anche vi que podía estar equivocado.
Y hoy lo he comprobado. Me he pasado la tarde andando por el CBD y, sobre todo, por la ribera del río. Un sitio maravilloso lleno de lugares donde sentarte a pensar o leer, lugares donde tomar una cerveza tranquilamente, una playa fluvial (bien hecha de verdad), un jardín, unos carriles y puentes peatonales y de bicicleta, las dos orillas unidas de verdad y fácilmente… Una auténtica pasada.
No estaría de más que el alcalde de nuestra ciudad de Zaragoza se pasara por aquí (pagando él, no a costa de los contribuyentes, claro) para aprender lo que tendrían que hacer con el Ebro. En serio, una auténtica maravilla. La única pena es que anochece muy pronto, sobre las seis menos cuarto y cuando cae el sol hace frío para estar en un banco tranquilamente.
Ahora, comienza un festival de música en la ciudad y han montado el escenario en una barcaza en el centro del río para verlo desde las orillas. ¡Y mañana juegan los Wallabies contra los Springbooks en el estadio de la ciudad! Una pena que me haya enterado tarde y ya no vaya a estar.
Porque mañana comienza la última etapa de este sueño por las antípodas, mañana voy a Sydney a seguir soñando y olvidando. Aunque a veces cueste y los fantasmas acechan alguna noche. Para entonces recordarse uno que está en la otra esquina del mundo y bajo la protección de Uluru, nadie puede hacerle daño dos veces. Nadie.
Mañana más. Aunque el catarro tiene pinta de ir a peor…
¿Duermen 20 horas al día??? No estarán cansados, no…
Supongo que es una pregunta absurda pero… ¿cómo se pide paracetamol en Australia?
He descubierto que se pide cómo Paracet. Afortunadamente aún me queda del que traje de España, aunque poco.